Para celebrar el Día de San Valentín, creamos un video musical ambientado en el pintoresco Malecón 2000, un lugar que evoca recuerdos y emociones profundas. En él, se relatan momentos románticos vividos por un individuo y su pareja, desde su primer beso hasta paseos de la mano, compartiendo un helado bajo la brisa del río. El video utiliza la poesía para capturar la esencia de estos encuentros, destacando el Malecón como un testigo silencioso y perpetuo del amor.
Esta producción no solo es una celebración visual del amor, sino también una invitación a revivir y crear nuevos recuerdos en un lugar emblemático. A través de imágenes y narrativas poéticas, el video musical transmite la magia del Malecón, convirtiéndolo en el escenario ideal para las historias de amor de muchas personas. Es un homenaje a esos pequeños momentos que, en lugares especiales, se vuelven inolvidables y definen nuestras experiencias más queridas.